Noticias de ninguna parte (1)

Dentro de nuestra ridícula y liliputiense movidita de guau se pueden distinguir varios sectores, facciones, corrientes, capillas y francotiradores. Y, tal como suele ocurrir, las diferencias se perciben con mayor claridad hacia los extremos y se difuminan y tornan confusas hacia el centro. En el extremo izquierdo encontramos a los llamados anarcopunks -aunque no estoy seguro de que todos ellos estén de acuerdo con esta etiqueta. Éste es un tipo de punk local muy simpático, en realidad, siempre y cuando no comience a pontificar sobre la ética del punk-rock o quiera dar clases de corrección política. Sus ideas se sintetizan, básicamente, en los siguientes postulados -o, por lo menos, así he creído entenderlo: 1) El punk no es para burgueses (lo que genera sarcásticas réplicas demasiado obvias, como que sirven en bandeja el retruco; 2) No hay que ganar dinero con esto (ni siquiera para subsistir penosa y miserablemente) y 3) El punk local debe estar comprometido con las luchas sociales del momento -daría la impresión de que aspiran más a crear un partido político que un movimiento cultural y artístico. La irreprimible tendencia de quien esto escribe hacia los chistes pesados le generó la feroz antipatía de algunos miembros de este sector.

En el extremo opuesto, el extremo derecho, encontramos a los llamados punkitos de shopping o popipunks. No voy a tirar la primera piedra contra ningún cristiano -en el sentido de "ser humano"- por el hecho de estar un buen rato al dope en algún centro comercial. Tampoco voy a decir que a los shopping sólo se van los chetos. Eso es un absurdo. Pero existe una diferencia entre estar en y ser de. Puedo irme al shopping sin ser, necesariamente, de shopping y, viceversa, cuando eres de shopping lo sigues siendo las 24 horas del día, aun cuando estés en el Mercado 4. Bueno, al grano. Esta tribu se puede dividir en dos sectores: Skaters y emos. Los primeros viven en perpetuo jolgorio y los segundos en un perpetuo bajón del que no los puede sacar ni siquiera el crónico frenesí consumista que les generan las All Star, las Vans y los cachibaches feos y estúpidos de tiendas como Verdad o consecuencia -por cierto, ¡boicot a ese adefesio! Las ideología de este sector de nuestra aguerrida y rebelde juventud rockera se sintetiza en los siguientes teoremas: 1) Pega, 2) No pega, 3) Chau loco, 4) De la pesada (o, mejor aún, "de la pesuki") y 5) Qué bajón. Si los miembros del primer grupo mencionado son pesados, estos poseen el defecto opuesto -son demasiado ligeros (y ligeras). Seguiremos informando.